domingo, 22 de noviembre de 2009

¿Qué significa ser "Políglota"?

Ya que habíamos hablado acerca de qué significa SABER UN IDIOMA, la respuesta obvia sería que un políglota es aquel que cumple los requisitos expuestos aquella vez, pero para varios idiomas, sin embargo el asunto no es tan simple.

El tema fue centro de discusión en el foro de políglotas, en el cual docenas de personas que hablan al menos dos idiomas (en algunos casos más de seis) opinaron acerca de su definición personal de "Políglota", y hubo de todo: Por un lado los extremistas que consideran que hay que ser fluido (esto es, saber modismos, locuciones, poder hacer y entender chistes), en más de cuatro idiomas (algunos proponen que sean de familias lingüíisticas diferentes e incluso un idioma clásico) y sin rastro del acento del idioma nativo. Del otro lado personas, que prefieren hablar seis idiomas al 60% que tres al 95%, que cuentan como válido un idioma en el que no sepan leer o escribir y que les importa un rábano el rigor fonético y hablan el nuevo idioma con todo el acento y prosodia de su lengua nativa.

Yo pienso que me encuentro entre estos dos extremos, más cerca del segundo grupo que del primero, pues también prefiero hablar 6 idiomas al 60% que tres al 95%, hablo (es un decir) una lengua que no escribo ni leo (wayuunaiki), pero soy muy celoso con la fonética, porque como dijo Barry Farber: Si ya voy a hacer el enorme esfuerzo de aprender un idioma, ¿por qué no hacer un 5% más de esfuerzo para tener el acento correcto?

Nuestro amigo Ryan (The Linguist Blogger) se hizo la misma pregunta, y con unas analogías bastante divertidas y muy bien logradas la responde en su blog. Más aún, propone que los políglotas se clasifican en tres grupos bien diferenciados, que logra abarcar a más personas que las que el común de la gente suele etiquetar como políglota, y que servirían para poner un poco de orden en esa serie de 92 respuestas que tiene ese foro. A mí las analogías me gustaron, también la idea de las categorías que propuso; por eso, y ya que cuento con su autorización, esta semana voy a hablar de esas tres categorías: Los perfectóglotas, los dispersóglotas y los lectóglotas. Por ahora les adelanto los lemas de cada categoría:

Perfectóglotas:
Cualquier idioma que valga la pena aprenderse, vale la pena aprenderse a la perfección.
Lectóglotas: Cualquier cosa que valga la pena leerse, vale la pena leerse en su idioma original.
Dispersóglotas: Cualquier idioma vale la pena aprenderse, al nivel que sea, por la razón que sea.

Nos leemos

lunes, 9 de noviembre de 2009

Cartagena Nativa


Hace tres meses estaba yo recién llegado a Cartagena, trabajando en la capacitación de los administradores de los Nuevos Telecentros de Compartel. Parte del tiempo fue dedicado a enseñar qué es un blog, su estructura, su configuración y todas las posibilidades y oportunidades que brinda a su autor. Esto, con la esperanza de que, ya en su telecentro, pudiera esta herramienta estar al servicio de la comunidad y sus proyectos productivos o de difusión cultural.

Obviamente, el tiempo dedicado fue muy poco, y el seguimiento a esta tarea fue prácticamente nulo, por eso es que la gran mayoría de blogs creados en aquellas sesiones están abandonados, a la espera de que sus autores se motiven nuevamente a publicar. Sin embargo, hay otros ejemplos que muestran que esta herramienta fue comprendida y está siendo utilizada activamente, y en el futuro servirá de modelo para mostrar cómo internet ya no es ese laberinto al que aún muchos temen sino que es la ventana por la cual podemos mostrar lo que pensamos, sentimos y creamos.

Hoy quiero compartir uno de estos ejemplos: Se trata del blog Cartagena Nativa, del profesor Luis Alfonso Maldonado. Lo que más me gusta de este blog es el evidente amor que le tiene el autor a su ciudad y la manera como lo transmite, alejándose del habitual contenido que sobre Cartagena pulula en internet (que la muestra como si solo fuera la zona turística y nada más). Gracias a este blog, los lectores podemos conocer esa Cartagena que no va a salir en la revista Avianca o en los folletos de Aviatur, una Cartagena donde el sur también es bonito y los lugareños pueden expresar la manera en que viven y disfrutan la ciudad, casi acorralados y excluidos por las grandes corporaciones de Turismo.

Un saludo al profe Luis, que siga publicando con frecuencia. visítenlo en http://cartagenanativa.blogspot.com/